El organismo internacional señaló que Chile es el único país de América Latina y el Caribe que no cuenta con una ley de garantías que permitiría contar con un sistema de alertas para identificar a tiempo los riesgos.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) se refirió a la muerte de la joven de 16 años, Ámbar, como evidencia de la inexistencia de un sistema de protección especializada para los niños, niñas y adolescentes, lamentando que 30 años después de la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño no hayan avances al respecto.
En ese contexto la organización internacional criticó al Servicio Nacional de Menores (Sename), recordando que la mayor parte los afectados que son atendidos en la redes, están en programas ambulatorios. Así mismo, apuntando al caso de la fallecida en Villa Alemana, la UNICEF sostiene que la fiscalización y el seguimiento por parte del Sename no funcionaron y no fueron capaces de protegerla.
En esa línea, el Fondo de las Naciones Unidas mencionó que Ámbar habría ingresado por primera vez a la red del Sename en 2008 donde fue atendida en un programa de diagnóstico ambulatorio, luego por un programa residencial, también en un programa de reparación de maltrato, y nuevamente en programas de diagnósticos, hasta finalmente llegar a un programa de intervención especializada. “El Sename debe hacer cambios hoy para evitar que otra niña, niño o adolescente viva una situación como la que vivió Ámbar” expresó en un comunicado.
El organismo internacional recordó que el Sename ya ha enfrentado bastantes crisis documentadas por investigaciones tanto nacionales como provenientes del extranjero, y lamenta que no haya un avance en la protección de los niños, niñas y adolescentes, añadiendo que "resulta incomprensible que en los últimos 20 años se hayan presentado diversas iniciativas legislativas, cuyo objetivo ha sido contar con un sistema de garantías y un nuevo servicio de protección especializada y que ninguna de estas propuestas sean ley”.
Finalmente la UNICEF señaló que Chile es el único país de América Latina y el Caribe que no cuenta con una ley de garantías que permitiría contar con un sistema de alertas para identificar a tiempo los riesgos, antes de que se transformen en vulneraciones. “Chile ya no tiene excusas para seguir llegando tarde, menos aún cuando el actual contexto de pandemia ha exhibido -una vez más- las brechas que tiene para proteger a sus niños, niñas y adolescentes. Ha quedado demostrado que no es suficiente con poner a los niños primero, si esto no tiene una expresión concreta en garantizar a todos ellos y ellas el ejercicio de sus derechos” concluyó.