Deutsche Welle
Su nombre es Nahida Abden, tiene 88 años y es una gran deportista. Vive en El Líbano y empezó a entrenar a los 50 años. Además, dirige una compañía textil.
En conversación con Deutsche Welle, expresó que "para mí la edad es sólo un número. No significa nada. Se me olvida (...) Me dolía la rodilla y el médico me dijo que tenía que hacer ejercicio. La primera vez que fui al gimnasio sentí mucha timidez. Fui con mi yerno y mi nieto, que hacían ejercicio allí".
"Cuando empecé a ir al gimnasio con regularidad, me iba hasta la última fila. Cada vez que el instructor daba las indicaciones me ponía nerviosa. Era muy tímida", añadió.
Sin embargo, su determinación pudo más y llegó a formarse como instructora de aeróbicos. "Cuando recibí mi diploma lo colgué en la pared. La gente me decía que Dios me juzgaría si no ayudaba a los demás. No está bien que un diploma sólo sirva para estar colgado en la pared, así que empecé a dar clases y realmente me encantó. Me encanta ayudar a las mujeres a salir de su caparazón", expresó.
Una de sus estudiantes expresó que "para nosotros no es solo una instructora, es como una madre. Nos inspura y queremos ser como ella en el futuro".
Nahida enviudó hace 40 años y no se volvió a casar. Tiene cuatro hijos: el mayor ya cumplió 60 años y todos viven en el extranjero. Ella afirma que hacer deporte la ayudó a vencer el cáncer. Afirmó que "cuando me iban a operar, el médico dijo '¡tómale una foto!' Estaba bailando, cantando y riendo ".
"La gente me dice que debería ser más femenina. No, esta es mi feminidad. Es así. Tampoco está tan mal, ¿no es cierto? (...) Uso muy poco maquillaje: un poco de colorete por la mañana. Y para la entrevista de hoy llevo rimmel", aseveró Abden.
Finalmente, quiso dar un mensaje a todos los holgazanes, a quienes indicó que "si piensan que nacieron sólo para comer, beber, trabajar, dormir y estar cansados, ¡están equivocados! El ejercicio te permite descubrir que hay mucho más en la vida".