La prensa internacional recordó el dramático caso de Travis, un chimpancé que, pese a ser domesticado desde pequeño, agredió brutalmente a una mujer, en Estados Unidos.
"¡Se la está comiendo!", gritó la dueña del primate Sandra Herold mientras hablaba con un policía de los Estados Unidos, luego que su mascota atacara a su amiga de toda la vida en, 2009.
De acuerdo a lo informado en el artículo "Travis the Menace", publicado en la revista New York Magazine en 2011, el animal llamado Travis llegó a la familia de Herold en 1995 a pocos meses de haber nacido.. Desde entonces, fue criado como un humano, aprendiendo a utilizar el baño, lavarse los dientes e incluso a vestirse por sí mismo.
Sin embargo, no fue hasta el 16 de febrero de 2009 que el chimpancé protagonizó una violenta reacción en contra de la estadounidense Charla Nash, fecha en la que le arrancó las manos, la nariz, ojos, labios y párpados.
Sin bien la situación aún no se logra explicar, el día del ataque Sandra Herold notó al animal un poco alterado, por lo que le dio a beber un té que contenía pastillas de Xanax -alprazolam.
Momentos después, llegó su amiga hasta el domicilio, encontrándose con el primate de más de 90 kilos, quien se abalanzó sobre su cuerpo para comenzar a morderla de manera descontrolada.
La dueña, al ver tal suceso, apuñaló en tres ocasiones a Travis, pero no pudo detenerlo. En vista de lo anterior, llamó al 911.
"¡Se la está comiendo!", repetía. "¡Está matando a mi amiga!", avisó luego. "¿Quién está matando a tu amiga", le consultaron. "Chimpancé, ¡mi chimpancé!" ¡Él la destrozó! ¡Dense prisa! ¡Dense prisa! ¡Por favor!", gritó al operador.
El ataque duró aproximadamente 12 minutos, tiempo en el que llegó la policía y el animal no dudó en atacar a uno de los uniformados,recibiendo un total de cuatro disparos, falleciendo a los pocos minutos.
Según dijo al diario The New York Times, el oficial Frank Chiafari recordó que Travis mostró los dientes y vio sangre en sus colmillos.
Por su parte, Charla Nash logró sobrevivir a las mordeduras del primate, sometiéndose a una compleja operación donde los médicos le hicieron un trasplante de rostro y manos, pero dichas extremidades debieron ser removidas producto de una infección.
En vista de lo anterior, la mujer demandó a la dueña de Travis y recibió un total de 4 millones de dólares.