Para nadie es un misterio que existe una gran conexión entre una madre y su hijo, pero esta relación inquebrantable es mucho más profunda de lo que creemos, ya que a través de los genes, ellas influyen en el carácter incluso antes de dar a luz.
En términos científicos, y a deferencia de los hombres, las mujeres poseen dos cromosomas X, que son los responsables de transmitir la inteligencia a través de la genética. Por eso es doblemente probable que los hijos la hereden de sus madres.

Según una investigación realizada por la Unidad de Ciencias Sociales y de Salud Pública del Consejo de Investigaciones Médicas en Glasgow, Escocia, el coeficiente intelectual de la gran mayoría de los niños analizados es muy similar al de sus madres. Lo mismo ocurrió cuando se estudió a más de 12 mil jóvenes, cuyas edades variaron entre los 14 y 22 años.
Según la información dada a conocer por The Mirror, hasta el 60% de la inteligencia de un niño puede ser heredada a través de la genética, pero el otro 40% se adquiere mediante enseñanzas y experiencias en la que participan tanto la madre como el padre.
Además de la genética, el apoyo en términos emocionales también influye de manera directa en la inteligencia de una persona, y en este ámbito resulta importante e influyente, la participación de ambos padres.

En conclusión, gran parte de la inteligencia se hereda de las madres a través de la genética, pero el cariño y la educación que entreguen ambos padres, resulta fundamental para el desarrollo cognitivo de niños y niñas.