Cortavientos completamente impermeables, camisas que no manchen la zona de las axilas o parcas mega resistentes y ultra livianas son algunos de los artículos que podrían verse beneficiados con una tecnología desarrollada por científicos de nuestro país.
"Nosotros trabajamos con cristales líquidos, los mismos que están en las pantallas de los celulares y de los televisores de alta gama. Lo que poca gente sabe es que son ellos la base esencial para formar polímeros, un tipo de plásticos, los mismos que conforman muchas de las telas de las ropas que usamos día a día", explica Gregorio González, estudiante del Doctorado en Ciencias mención Física de la Universidad de Chile.
"Nuestro trabajo comprobó que los cristales líquidos, cuando viven una transición hacia un líquido convencional, son capaces de generar formas muy especiales que denominamos dedos (hasta antes de nuestro experimento estos solo se formaban con cambios de temperatura). Estas formas aparecen tras lanzarle a esta solución -donde agregamos colorantes- un rayo de luz. Lo anterior provocó que al cristal le crecieran estas estructuras, con una textura relevante y donde pudimos controlar el número y tamaño de ello", añade Gregorio González.
"El fenómeno es mucho más que una exquisitez intelectual. Estamos frente a una situación desafiante que nos abre una ventana de posibilidades, hablamos de controlar y manejar las propiedades de estos polímeros (plásticos), pudiendo dotarlos de diversas características", destaca Marcel Clerc, académico del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la U. de Chile y subdirector del Instituto Milenio de Investigación en Óptica MIRO.
Los cristales líquidos con colorantes son bastante conocidos y son estudiados desde la década de los '80 para controlar las propiedades de la luz. Sin embargo, la mayor parte de dichos estudios nunca se enfocaron en investigar las formas que adoptan dichos materiales cuando interactúan con la luz.
¿Ciencia y moda?
Algunas telas como el nylon (del que están compuestos muchas chaquetas y poleras) o el kevlar (que es de lo que están compuestos los chalecos antibalas) crecen a partir de cristal líquido. En este sentido, Marcel Clerc plantea que "si desarrollamos nuevas formas de hacer crecer estos plásticos, estas y otras telas podrían ser dotadas de características como mayor durabilidad, permeabilidad, ligereza o la combinación de ellas. Esto recién está partiendo, esperamos avanzar científicamente y quién sabe… si la industria de la alta costura llega a interesarse en estos avances, no solo habremos creado algo espectacular, sino también completamente a la moda".
Los resultados, publicados en la revista Physical Review Research de la American Physical Society (APS), son producto de un trabajo sistemático que comenzó el año 2014 el Laboratorio LAFER del Departamento de Física FCFM de la Universidad de Chile. Esta investigación, en particular, se desarrolló mediante la técnica de microscopía de luz polarizada utilizando luz de laser verde con potencia de 2W.
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