Tinder es la plataforma virtual más popular a la hora de concretar encuentros o iniciar una relación entre usuarios, generando más de 26 millones de "matches" por día, según su página oficial.
Pero la efectividad de la App no deja de lado los riesgos que esta pueda tener para quienes la utilizan, ya que a pesar de que tiene ciertos mecanismos para proteger y verificar las identidades, las estafas ocurren de igual manera.
“En Tinder lo que se han visto son estafas ‘pasionales’ o ‘románticas’ en las que los criminales conquistan a sus víctimas por chat, generalmente suplantando una identidad o utilizando fotos de otra persona. Luego les dicen que les encantaría visitarla pero que están lejos y no pueden costear el pasaje; le piden plata para poder hacerlo y así terminan recibiendo una transferencia”, explicó Jorge Litvin, abogado especialista en cibercrimen, a Infobae.
“Otra modalidad muy común es que el criminal le dice a la víctima que le mandó un regalo carísimo pero que quedó retenido en Aduana o en el Correo y que para desbloquearlo hay que erogar una suma que se compromete a devolver. El encuentro nunca sucede y hecha la transferencia el criminal desaparece”, agregó.
Otros ejemplos de estafas son, por ejemplo, el robo de información o ataques de phishing a través de links para "verificar la identidad" o activar la función premium de la plataforma.
Para evitar las estafas, Jorge Litvin entregó recomendaciones como no entregar información personal ni acceso a cuentas y menos transferir dinero por alguna promesa.
Además, indicó que se debe verificar el perfil de la persona con la que se habla (App “TinEye”) y que al momento de mandar una fotografía se desactive la geolocalización y se evite mostrar el rostro, tatuajes o un sector reconocible del hogar