Alrededor de los 39 a 45 años es una etapa en la cual muchos trabajadores comienzan a cuestionarse las actividades desempeñadas en su trayectoria laboral, versus lo que esperan para los siguientes años. En muchos casos, estas dudas vienen acompañadas de una crisis emocional que afecta el autoestima, la motivación y la seguridad en sus propias capacidades.
¿Por qué ocurre esto?, la psicóloga Paulina Farías indica que existen diversos factores que pueden desencadenar esta problemática:
- Se sienten frustrados porque han dado gran parte de su vida, haciendo todo lo que consideraban los hacían felices, pero no lo son y no saben cómo llegar a esta gratitud.
- Están agotados y no logran conectar con la motivación necesaria que los impulse a generar un cambio, ya que no saben qué transformación necesitan, sólo tienen claridad de que no quieren seguir haciendo lo mismo por los próximos años.
- En muchos casos, son personas que han alcanzado éxitos evidentes; son trabajadoras, tienen lo que siempre soñaron y aún así no se sienten cómodas ni realizadas con lo que hacen.
- Priorizan el deber ser, sin mirarse ni autoconocerse.
Muchos se preguntarán por qué la llamada “crisis laboral de los 40” se produce específicamente en esa etapa “ocurre alrededor de los 40 años, porque es un momento en que las personas revisan su trayectoria profesional, ya que están en la mitad de su carrera. A su vez sienten que aún están a tiempo de hacer ajustes; todavía conservan energía para realizar los cambios necesarios y les queda tiempo para alcanzar sus metas”. Explica Paulina Farías.
Consejos para afrontarla
1- Autoconocerse: Mirarse, darse tiempo con uno mismo para identificar lo que te hace feliz, lo que te hace vibrar y hacerlo más seguido.
2-Pensar qué haces bien y qué disfrutas haciendo: ¿Qué te gusta? ¿Qué te motiva? ¿En qué actividades el tiempo se te pasa volando y te sientes con energía?
3-Identifica cómo balancear tu vida entre el ámbito profesional y personal: Esto permitirá decidir invertir tiempo y energía en actividades acorde a tu talento innato y permitirá que identifiques en qué actividades te sientes realizado.
4-Distinguir: Es importante mencionar que vocación y profesión no siempre es lo mismo. En el caso que la vocación no coincida con la profesión, es importantísimo hacer hobbies y dedicarle tiempo a lo que apasiona, te hace feliz y lo que te hace sentido en la vida.
5-Meditar o practicar mindfulness: Es una herramienta poderosísima, ya que te permite evaluar tus pensamientos e identificar lo que te suma o resta energía para continuar con tus propósitos laborales.
Finalmente Paulina Farías afirma que el 70% de la población desarrolla un hemisferio no preferente de su cerebro, es decir, la mayor parte de las personas se desempeñan en actividades que no están acorde a sus aptitudes, ya sea por bienestar económico, por obtener poder y reconocimiento o por falta de autoconocimiento por lo que “es clave identificar las actividades en las que te sientes cómodo, tienes energía y motivación, ya que al entender cómo funcionan tus talentos, te permitirá comprender desde dónde tomar decisiones, mejorar tu comunicación, bienestar emocional y autoestima”. Concluye la profesional.
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