La película “La memoria infinita” se ha convertido en un fenómeno durante los últimos meses y es candidata a seguir cosechando reconocimientos a nivel internacional, luego que este martes fuera confirmada su nominación a los premios Oscar en la categoría "Mejor Documental".
Su directora, Maite Alberdi, conversó con TVN.cl sobre las distintas dimensiones de la cinta que retrata la historia de amor y compañía entre Paulina Urrutia y su pareja, el recientemente fallecido, Augusto Góngora. El periodista, quien durante las décadas de 1900 y 2000 fue parte de Televisión Nacional de Chile, murió el pasado 19 de mayo a los 71 años de edad tras padecer un severo alzheimer.
Consultada por el éxito de "La memoria infinita" en cines, convocando a más de 40 mil espectadores en su primer fin de semana en cartelera, Alberdi comentó que "es una gran señal para el cine chileno, para los distribuidores". Añadió que la marca "demuestra el cariño que la gente le tiene a Augusto y la Paulina, que ante todo es una historia de amor inolvidable y todos queremos ver ese tipo de historias, ver ese tipo de amor. Es una película que está llena de emociones y que ha tenido un muy buen boca a boca, que la gente la ha recomendado mucho y lo agradezco".
"RECUERDO A AUGUSTO COMO UNA PERSONA MUY TIERNA"
Asimismo, la cineasta se refirió a la figura de Góngora y los momentos que pudo compartir con él durante las grabaciones: "Recuerdo a Augusto como una persona muy tierna. Lo definió uno de sus amigos en su funeral (señalando) que cuando estaba aprendiendo a filmar y se estaban aproximando a gente en las poblaciones, incluso en tiempos de dictadura, Augusto enseña siempre a hacerlo desde la amabilidad y la ternura".
Sobre ese ítem, agregó que "eso permaneció en su identidad siempre. Lo otro es el nivel de coherencia de Augusto. Yo creo que todas las decisiones que tomó a lo largo de su vida, también en los años que lo conocí, eran de un nivel de coherencia impresionante. En estos tiempos, cuesta ver esa coherencia".
En una parte de la película, aparecen imágenes de Augusto Góngora presentando el libro del que fue coautor: "Chile: la memoria prohibída". Una escena que, pese a su condición, tiene muy fresca en la cabeza. Sobre ese momento, Alberdi comenta que "con Augusto viví algo muy particular que no hay que decir que a todas las personas con alzheimer les pasa lo mismo, porque cada persona es un mundo. Pero en este caso, vi una constancia y un recuerdo permanente".
Agregó que "para mí, no es una película sobre el olvido, sino que es una película sobre lo que queda y vi un cuerpo con identidad que recordó muchas cosas hasta el final y muchas cosas desde la emocionalidad. Él recordaba periodos de dictadura en función de sus dolores y sus pérdidas, recordó siempre el amor por la Paulina, entonces, para mí, es una película definitivamente sobre lo que permanece en el cuerpo".
"GRACIAS A ELLA (PAULINA URRUTIA) ES ESTA PELÍCULA"
Respecto al rol de Paulina en la película, la directora nos cuenta que esa relación "la fuimos construyendo de a poco. Creo que el tiempo nos fue dando la confianza y la intimidad. Estoy muy agradecida de la Paulina (...) creo que gracias a ella es esta película porque ella fue abriendo puertas". Añade que "admiré hasta el último día que la vi con Augusto cómo llevaba la relación desde la paciencia, desde el amor y desde el humor".
Otro aspecto de Paulina que resalta la realizadora es que "no siempre es viable cuidar, y para los que pueden, como la Paulina, o quieren, creo que es importante la paciencia y la capacidad de entender que están recordando juntos siempre. La Paulina nunca le dice ‘ay, pero cómo no te acuerdas’. O sea, ella se cansa, por supuesto que se enoja, sí, pero hay un objetivo claro que es que aquí estamos los dos recordando juntos y yo te voy a ayudar a recordar aunque tenga que repetir las cosas veinte veces, y creo que eso ayuda mucho a Augusto a ser tierno, a ser amable, porque él se desespera menos".
"NO ES UNA CRONOLOGÍA DEL DETERIORO, SINO QUE ES UNA PELÍCULA QUE CRUZA DISTINTOS TIEMPOS"
Asimismo, subraya que "una decisión importante en la Paulina, que creo que la tenemos que copiar todos los que cuidamos, ya sea hijos, padre, pareja o abuelos, es que ella decide integrar a Augusto. O sea, ella no se queda aislada. El COVID la aisló, como a todos, pero era una mujer que iba a trabajar con él, todos lo tenían que cuidar con ella (…) entiende que su entorno tiene que cuidar y como sociedad, todos tenemos que cuidar, y el que cuida no se tiene que aislar porque no solo es dañino para el paciente, sino que también para el cuidador".
En cuanto a los criterios aplicados por Alberdi para contar esta historia, manifiesta que "fue difícil armar la cronología porque no hay una cronología, creo que esa es la gracia de la película. No es una película lineal, no es una cronología del deterioro sino que es una película que cruza distintos tiempos, que va asociando el pasado con el presente donde la emoción del presente está ligada al pasado así que viajamos en el tiempo, como que hay muchas dimensiones del tiempo en la película".
"LA MÚSICA ES UNA OBRA EN SÍ MISMA"
Otro de los aspectos destacados de la cinta y que ha cosechado muy buenos comentarios es la banda sonora, donde destaca una versión compuesta por Manuel García de su canción "La danza de las libélulas" como tema central. La directora sostiene al respecto que "hicimos un trabajo largo. Tuvimos una asesora musical, la Marisol García, que nos ayudó mucho porque era elegir canciones que ellos escucharan y que fueran parte de su vida, pero canciones que estaban ahí".
En ese contexto, asegura que "ellos escuchan harta radio, harta música, cantan harto entonces tenían que ser canciones que también hicieran sentido en la época".
Para Alberdi, este ítem fue muy bien logrado: "Me dejó feliz porque siento que la música es una obra en sí misma en la película".
Finalmente, Alberdi se refirió a la recepción en el plano internacional que ha tenido la película: "corroboramos que todo el mundo se emociona, que todo el mundo se ríe, que no importa si saben o no saben quiénes son Augusto y la Paulina, los conocen en la película y genera la misma emoción. En Chile es distinto porque hay una capa que se agrega, estoy muy feliz de compartirla acá porque está muy pensada también para acá, pero hicimos un trabajo muy cuidadoso de entender que la película era para el mundo".
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