Gisèle Pélicot, la mujer francesa que sufrió violaciones reiteradas organizadas por su propio marido, relató este jueves ante el tribunal cómo se enteró por parte de la policía la sumisión a la que era sometida mediante drogas.
"Era una muñeca de trapo, una bolsa de basura", expresó la víctima.
La Fiscalía dio cuenta de al menos 92 violaciones durante 10 años, aunque para Gisèle Pélicot su traumática experiencia se limitó a lagunas mentales en su memoria.
De los 51 hombres que serán juzgados por el tribunal, 35 han reconocido haber mantenido relaciones sexuales con Pélicot sin saber que se trataba de un abuso. Solo tres han pedido disculpas.
El caso se dio a conocer cuando ella descubrió a su marido sacando fotos a otras mujer por debajo de la falda, un acto que decidió perdonar, pero fue convocada por la policía.
"Te vamos a enseñar cosas que no te van a gustar", cuenta que le dijo entonces el comisario. Le muestra una imagen de una mujer violada por un hombre, pero no reconoce a ninguna de las dos personas. Ante la insistencia, termina identificándose como la mujer inerte que aparece en la fotografía.
Gisèle Pélicot declaró que ese fue el inicio de un "trauma inmenso". De hecho, admitió que pensó en quitarse la vida, pero se acordó de sus tres hijos y nietos para seguir adelante.