El primer gran incendio forestal de la temporada estival en los alrededores de la ciudades costeras chilenas de Valparaíso y Viña del Mar obligó hoy a evacuar varias comunas del interior, amenaza aún con llegar a ambas localidades y ha cubierto de denso humo negro toda la costa, llegando incluso a playas más lejanas como Concón, Quintero y Maitencillo, situadas a casi un centenar de kilómetros del epicentro de la catástrofe.
Las llamas prendieron en torno al mediodía por razones aún desconocidas en el parque natural del Lago Peñuelas, situado a una veintena de kilómetros de los puertos de Valparaíso y Viña, y obligaron igualmente a cerrar la ruta que une la capital con esas ciudades costeras, en el viernes en el que arranca la operación salida para las vacaciones de verano.
Horas después, ante la intensidad del viento y el calor extremo, y la imposibilidad de frenar el avance del fuego, que incluso saltó la amplia autopista, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) emitió la alerta roja y pidió la evacuación de seis comunas, cinco próximas a la ciudad de Viña del Mar, pegada a Valparaíso, y otra más al interior, conocida como Villa Alemana, donde al parecer se desató las tragedia ambiental.
Los sectores afectados son Quebrada Escobares y Fundo El Rincón, donde se activó la mensajería telefónica para informar a los residentes sobre la evacuación preventiva.
Minutos después, la Municipalidad de Villa Alemana recomendó a la población que se dirigiera hacia la Capilla Nueva Señora del Carmen en la propia Quebrada Escobares, donde se han dispuesto autobuses para facilitar la evacuación.
Según Senapred, los focos más devastadores se hallan en las proximidades de Los Moscoso, junto a la localidad de Quilpué, a unos 20 kilómetros al oeste de Viña del Mar, que ha consumido hasta el momento 60 hectáreas, en el Complejo Las Tablas de la Reserva Lago Peñuelas, con 480 hectáreas calcinadas y en Villa Alemana, con una superficie aún sin definir.
En Viña del Mar, el humo ha causado problemas de tráfico por la huida de las personas de la playa pero también por los costes de luz, que han dejado una parte de la ciudad sin semáforos.
Efectivos del Senapred, ayudados por unidades aéreas antincendios y cuerpos de bomberos voluntarios, tratan de controlar aún las llamas, aunque los indicios apuntan a que será una noche larga y se necesitarán mayores esfuerzo para controlar todos los focos.