El Gobierno de Namibia sacrificará 723 animales, incluidos elefantes, cebras e hipopótamos, entre otros, para suministrar carne a la población y "aliviar" así la inseguridad alimentaria provocada por la grave sequía causada por el fenómeno meteorológico de El Niño en el sur de África.
"El Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Turismo contribuirá con 30 hipopótamos, 60 búfalos, 50 impalas, 100 ñus azules, 300 cebras, 83 elefantes y 100 elands (...) para apoyar el programa de alivio de la sequía con el suministro de carne", reveló el Gobierno namibio en un comunicado difundido el lunes y recogido este martes por medios locales.
Los animales procederán de los parques nacionales de Namib Naukluft (oeste), Mangetti (norte), Bwabwata, Mudumu y Nkasa Rupara (noreste).
"La Conferencia Nacional sobre Gestión de Conflictos entre Animales y Vida Silvestre en 2023 resolvió, entre otras cosas, que es necesario reducir el número de elefantes como medida para ayudar a disminuir los casos de conflictos entre animales y vida silvestre", destacó el Ejecutivo namibio.
"A tal efecto, se sacrificarán 83 elefantes de las áreas de conflicto identificadas y se asignará carne al programa de alivio de la sequía bajo la Oficina del Primer Ministro", añadió.
El sacrificio será ejecutado por cazadores profesionales y proveedores de safaris y se espera que ayude a reducir el impacto negativo de la sequía en la conservación de los animales salvajes.
"El suministro de carne mejora la nutrición de las personas y contribuye a la reducción de la pobreza", afirmaron las autoridades namibias.
Más de 30 millones de personas en el sur de África se han visto afectadas por una grave sequía causada por El Niño, informaron a principios de junio las Naciones Unidas, al pedir ayuda para evitar que padezcan inseguridad alimentaria.
El impacto cada vez mayor de ese fenómeno meteorológico ha provocado un grave déficit de precipitaciones en África meridional, con temperaturas cinco grados por encima del promedio.
De hecho, la región experimentó en 2024 su febrero más seco en cien años, al recibir solo el 20 % de las lluvias habituales esperadas para este período.
Incluso antes de la sequía, los niveles de inseguridad alimentaria y necesidad humanitaria eran altos, impulsados por los desafíos socioeconómicos, los altos precios de los alimentos y las consecuencias agravadas de la crisis climática.
Angola, Sudáfrica, Mozambique, Namibia, Malaui, Zambia y Zimbabue están lidiando con las repercusiones de la sequía y los últimos cuatro han declarado estados de emergencia por ese problema.