El Departamento de Defensa de Estados Unidos desconoce de momento el origen de los artefactos derribados en los últimos tres días en EE.UU. y Canadá y no puede confirmar aún si son chinos como lo era el globo espía abatido el pasado día 4.
En una comparecencia de prensa telefónica, la subsecretaria de Defensa y de asuntos Hemisféricos de EE.UU., Melissa Dalton, explicó que tanto el artefacto derribado esta tarde sobre el Lago Hurón, en Michigan, como los dos anteriores en Canadá y en Alaska, fueron abatidos "por precaución", y recalcó que "no ha habido daños colaterales en ninguna de las operaciones de la última semana".
Según explicaron Dalton y el jefe del Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica (Norad, en inglés), el general Glen VanHerck, algunos de los restos del objeto abatido en Míchigan posiblemente han caído en aguas canadienses del Lago Hurón, y están en contacto constante con el gobierno de ese país, tanto para las operaciones de derribo como para la recogida de restos.
Desde que se localizara y derribara días después el globo espía chino, el Departamento de Defensa de Estados Unidos aumentó la vigilancia de su espacio aéreo, lo que explica "en parte" el incremento de los objetos detectados en los últimos días, dijo Dalton.
La subsecretaria reconoció que es posible que haya muchos objetos sobrevolando el país cuyo propósito no sea dañino, como pueden ser artefactos para la "investigación legítima", pero como no se ha podido identificar ninguno de los abatidos estos días, el presidente decidió su derribo "por precaución".
Estados Unidos sigue denominando "objetos", sin ahondar en su descripción, estos artefactos, y el general VanHerck dijo que por eso no los clasifica como globos, mientras que el que se derribó el 4 de febrero era "claramente" un globo.
Sí admitió que pueden ser artefactos "con algún tipo de globo en su interior" aunque también pueden estar movidos por un sistema de propulsión. Insistió en cualquier caso en que van a analizar los restos para poder dar más información al respecto.
El responsable de Norad insistió en que no ha habido ningún acto "hostil" por parte de estos artefactos, pero si un objeto no identificado entra en el espacio aéreo estadounidense o canadiense tratarán siempre de identificarlo y averiguar si es una amenaza.
En este caso, los gobiernos de Canadá y Estados Unidos discuten y valoran si puede suponer un riesgo para su seguridad nacional, por ejemplo si sobrevuela zonas sensibles para la defensa como campos de silos de misiles, si puede afectar a la seguridad de la aviación civil o si puede suponer un riesgo para las personas en tierra.
Y si ocurre alguno de esos casos hay que actuar como se ha hecho estos días, recalcó VanHerck.
En el caso del último objeto derribado, el Pentágono se coordinó con la Administración Federal de Aviación Civil (FAA) para cerrar el espacio aéreo en la zona donde se encontraba.
El responsable de Norad explicó que ordenó a los pilotos que "utilizaran su agudeza visual", vigilaran que el espacio estaba libre de aviones y que no habría daños sobre el terreno, y minimizaran los posibles daños colaterales y cuando se sintieron cómodos para disparar o hicieron, utilizando un misil 9x, la "mejor arma" para esta ocasión.
El artefacto derribado la tarde de este domingo mientras sobrevolaba el lago Hurón es el tercer "objeto" neutralizado en los últimos tres días en Norteamérica, después del derribado el viernes sobre Alaska y el del sábado en Canadá, y se produce ocho días después del derribo del supuesto globo espina chino que sobrevoló el país la durante varios días hasta ser derribado en aguas del Atlántico.
Según explicó el Departamento de Defensa en un comunicado, por orden del presidente, Joe Biden, un F-16 de la Fuerza Aérea derribó a las 14.42 horas este nuevo artefacto que se encontraba a 20.000 pies, poco más de 6.000 metros de altitud