Arturo Suárez Trejo, cantante venezolano de 33 años, fue deportado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) en El Salvador desde Estados Unidos, a pesar de no contar con antecedentes criminales.
Hoy, su esposa lucha desde Chile para traerlo de vuelta a casa.
Todo comenzó cuando el joven artista, que en ese momento vivía en Chile, decidió migrar a Estados Unidos con el objetivo de impulsar su carrera musical. Si bien en un principio viajaría junto a su esposa, finalmente tuvo que hacerlo solo, ya que ella quedó embarazada.
Suárez aplicó al Estatus de Protección Temporal e ingresó legalmente al país norteamericano mediante la aplicación CBP One, con la esperanza de asentarse y luego llevar a su esposa e hijo con él. Sin embargo, jamás imaginó que terminaría incomunicado y apresado en El Salvador.
Su detención ocurrió mientras grababa un video musical. Según declaró su esposa a Las Últimas Noticias, el arresto fue completamente arbitrario, ya que Suárez no tenía antecedentes penales ni vínculos con grupos criminales.
“Seguramente fue una denuncia de alguien o estaban buscando a otra persona y lo detuvieron a él también", explicó.
Agregó: “Nos negaron la fianza, aunque no tenía antecedentes criminales. No podíamos pagar nada para sacarlo de ahí. También hicimos el proceso de salida voluntaria y lo rechazaron. Solo nos dijeron que debíamos esperar la cita con el juez“.
Pero esa cita jamás llegó, ya que, sin ninguna explicación, Suárez fue deportado de manera anticipada al CECOT. “Lo trataban mal, le rompieron los lentes. Lloraba mucho, estuvo con fiebre, tosiendo sangre. Yo tenía comunicación con él por una aplicación“, detalló Sánchez.
“Espero que las autoridades hagan su debido trabajo. Arturo no es ningún criminal. Tiene sus antecedentes limpios en Venezuela, Colombia y Chile. No nos dejaron ni siquiera defenderlo con un abogado, fue un atropello”, sostuvo.
Actualmente, Nathalí Sánchez vive con la esperanza de que su esposo pueda salir de la megacárcel de máxima seguridad y reunirse con su hija recién nacida, a quien aún no ha podido conocer.
“Él sacrificó lo más importante, que fue su hija, por cumplir su sueño. Y lo que vivió fue una pesadilla. Yo pido justicia. Esto es ilegal, es un secuestro”, concluyó.