Perros cachorros, adultos mayores o expuestos de manera constante al frío y la humedad, frecuentemente tienen un sistema inmune debilitado, lo que aumenta el riesgo de que contraigan enfermedades en invierno.
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"Desde barreras físicas, como piel y mucosas, hasta anticuerpos, no están completamente desarrollados en cachorros, y en los canes mayores a siete u ocho años habitualmente comienzan a deteriorarse los estructuras responsables de generar las defensas de su organismo", explica Diego Pincheira, médico veterinario de Laboratorio Drag Pharma.
Por su parte, perros adultos y saludables pueden deprimir su sistema inmune al quedar expuestos de manera constante a bajas temperaturas y humedad.
“Un perro que pasa frío o queda mojado en invierno se estresa y secreta mayor cantidad de cortisol, hormona que deprime el sistema inmunológico. Además, las bajas temperaturas generan una respuesta más lenta de dicho sistema de defensa”, explica.
Según el experto, se ha visto que en invierno aumentan las consultas médicas por “tos de las perreras” o traqueo bronquitis infecciosa canina, una enfermedad que se contagia vía aérea entre perros y caracteriza por una tos tipo “graznido de ganso”, secreción nasal, decaimiento y dificultad para respirar.
También en esta época son más frecuentes las faringitis, laringitis, bronquitis y neumonía en perros.
Paseos y vitaminas
Para reforzar las defensas del organismo de los perros y reducir el riesgo que contraigan enfermedades en invierno, Pincheira recomienda:
- Suplementar con vitaminas la alimentación diaria durante los meses de invierno, para reforzar las defensas especialmente de cachorros, perros viejos o de cualquier edad sometidos constantemente al frío, como los que viven en el patio. El experto recomienda complejos de vitaminas A, D y E, que fortalecen la inmunidad.
Otra alternativa menos conocida pero efectiva, es dar al perro suplementos alimenticios basados en Betaglucanos, como Inmunopet. Los Betaglucanos son cadenas de azúcares aislados del hongo ostra Pleurotus ostreatus, que potencian la respuesta inmune del organismo ya que mejoran la capacidad de las células macrófagos para "comer" o fagocitar virus y bacterias.
- Ser riguroso con la vacunación a partir de los dos meses y mantener el calendario anual. Esto disminuirá la probabilidad de que los perros puedan contraer enfermedades -como distemper y parvovirus- que podrían debilitar su inmunidad.
- Aplicar regularmente tratamientos antiparasitarios internos y externos. Los parásitos internos pueden provocar déficit nutricional y disminuir las defensas del organismo. Y una infestación por pulgas puede transmitir parásitos intestinales.
- Vestirlo al sacarlo a pasear para evitar que la exposición a las bajas temperaturas estrese el organismo del perro y retirar el vestuario húmedo al regresar al hogar.
- Si el perro vive en patio, se recomienda mantener su casa elevada del suelo y alejada de corrientes de aire.
- Mantener los paseos, porque los perros necesitan ejercitarse para evitar el estrés, que de forma crónica eleva el cortisol y debilita la inmunidad.