Al menos un 80% de chilenos consume pescados y mariscos en Semana Santa, al menos así lo reveló un estudio del GPS Ciudadano, motivo por el cual aumenta el riesgo de intoxicación alimentaria.
Por esta razón, algunos especialistas han hecho un llamado a prevenir dicha intoxicación, como identificar un alimento en buen estado o prestar atención a ciertos detalles.
Según el ingeniero en alimento y director comercial de Mkai, Diego Ponce, la clave estaría en mantener la cadena de frío y cocinar adecuadamente, además de evaluar sensorialmente a través de la vista, el olfato y el tacto.
Evaluación sensorial
- Pescados frescos deben tener ojos brillantes y salientes, piel firme, húmeda, y un olor suave a mar.
- Mariscos vivos, como almejas, choritos o machas, deben cerrar sus conchas al ser tocados. Si están abiertas y no reaccionan, lo mejor es no consumirlos.
- Crustáceos, como jaibas o camarones, deben oler a mar fresco y no presentar manchas negras ni un aspecto gelatinoso.
Mantener la cadena de frío es vital
Otro punto crítico es la temperatura. Los productos del mar deben mantenerse siempre refrigerados para evitar el desarrollo de bacterias:
- Asegúrate de que estén sobre una cama de hielo limpio o almacenados en vitrinas refrigeradas.
- Evita comprar en puestos donde los productos estén expuestos al sol o donde no se garantice una refrigeración constante.
Revisa la higiene del lugar de compra
La limpieza del punto de venta también dice mucho sobre la seguridad del producto.
- No debe haber presencia de moscas ni malos olores.
- Los vendedores deben usar guantes, delantal limpio y mantener los productos separados por tipo para evitar contaminación cruzada.
El local debe tener su autorización sanitaria visible.
Cifras que alertan
Cabe mencionar que durante 2024, se decomisaron más de 3.400 kilos de productos del mar alterados o sin respaldo de procedencia, según reportes preliminares de las autoridades sanitarias.