Nicolás Solabarrieta, el hijo mayor del Fernando Solabarrieta e Ivette Vergara, anunció su retiro del fútbol profesional a sus 27 años.
El formado en la Universidad Católica reconoció a LUN que mientras jugaba en el Seravezza Pozzi de la cuarta división italiana "empecé a perder motivación".
"Fue la primera vez que no tenía ganas de entrenar y me di cuenta de que el fútbol había cumplido un ciclo en mí. Retirarme fue una decisión difícil. A través de los años me pasó un montón de cosas, pero no quiero hablar mal de nadie. Lo que sí puedo decir es que mi carrera estuvo marcada un poco por el prejuicio. Se me cerraron puertas por ser yo, por ser hijo de, sin darme oportunidad de mostrar mis condiciones", aseguró.
En esa misma línea, también sostuvo que su retiro estuvo marcado por "muchos factores que uno no puede controlar y que se alejan de los esfuerzos que estás dispuesto a hacer".
"Me tocó viajar mucho buscándome la oportunidad, siempre lejos de mi familia y mi zona de confort. Llegué a un punto en que no estaba dispuesto a sacrificar tanto por algo que no me estaba dando el nivel que quería. Sentía que tenía las condiciones para estar en un mejor lugar, pero no se dio. Estoy viviendo mi duelo, no es fácil, pero creo que fue la decisión correcta", agregó.
El momento más feliz en el fútbol de Nicolás Solabarrieta
Tras hacer las inferiores en la UC, Solabarrieta se fue a estudiar a Estados Unidos, país donde jugó en una liga universitaria. Luego recaló en distintos clubes entre los que se encuentran Tacuarembó de Uruguay, Palestino, Recoleta, Lautaro de Buin y finalmente Italia.
Según dijo al citado medio, "el momento más feliz de mi carrera fue cuando firmé con Palestino, por la emoción de entrar a un club que hace las cosas tan bien. Soy un agradecido del fútbol. Me permitió profesionalizarme, aprender idiomas, y me abrió otras puertas, pero para mí ya es un capítulo cerrado".
Nuevos desafíos para Nicolás Solabarrieta
Solabarrieta aprovechó sus estudios de negocios de la Universidad de Albany (EE.UU.) para meterse de lleno a en sus emprendimientos de moda urbana y deportiva.
"Con unos amigos lanzamos Tros, Una marca de ropa que combina streetwear (moda urbana) con entrenamiento. Sentíamos que no había una marca que nos representara respecto a cómo nos gusta vernos y sentirnos al entrenar, con el calce perfecto. Puedes ir al gimnasio y después tomarte un café, porque no es ropa de gimnasio. Ese es el giro que le queremos dar a la moda deportiva: que no sea solo para entrenar, sino también para el uso diario".