Hace pocas semanas, Claudio Bravo decidió poner punto final a su exitosa carrera como futbolista, una que lo llevaría a triunfar no solo con las camiseta de Colo Colo y la Selección chilena, sino también con los colores de Real Sociedad, FC Barcelona, Manchester City y Real Betis.
En sus casi 20 años jugando el Europa, además de cosechar varios títulos, el oriundo de Viluco dejó huella en varios compañeros, quienes destacaron tanto las cualidades técnicas del cancerbero como su calidad humana y de referente dentro del plantel.
"Como guardameta, no lo voy a descubrir. Todo el mundo sabe. Fue de los primeros porteros que jugaba muy bien con los pies. Era un adelantado a su época", señaló al portal Releve el español Diego Rivas, quien coincidió con el criollo en su etapa en el conjunto vasco.
Por otra parte, planteó que "como persona, un fenómeno, un amigo de sus amigos. Es una persona entrañable, muy familiar. Lo que necesites y que esté en su mano, te lo va a dar. Es como se le ve jugando, muy comprometido y muy amigo de sus amigos".
Asimismo, el hispano resaltó que "lo que tenía era esas ganas de triunfar, de ser cada día mejor y eso, poco a poco, fue calando en todos nosotros. Nos lo fue contagiando a todos. Llegaba al vestuario, se ponía la camiseta y estaba concentrado en el trabajo. Poco a poco fue contagiando al grupo y todos nos apoyábamos en él porque era un líder".
Su ex técnico en el cuadro txuri urdin, Martín Lasarte -quien posteriormente lo dirigió en la Roja-, recordó que "había mucha gente joven y esa responsabilidad que tiene el que viene de fuera, no sé si de tirar más pero sí de una manera diferente. Claudio, en eso, fue muy responsable. Conseguimos el objetivo de ascender y de mantenernos en Primera. Claudio fue un factor muy importante".
En tanto, el cancerbero Álex Daza, quien era canterano del Betis a la llegada del chileno, confesó que "estuve poco con él, pero era muy buena gente. Todo el rato me daba consejos y me ayudaba. Cuando lo vi por primera vez me preguntó si tenía guantes y botas, y me regaló dos pares de cada. A mí me trató muy bien".
Otro que compartió con el chileno en las filas del elenco verdiblanco fue el defensa Édgar González. El actual jugador del Almería reveló un llamativo episodio que vivió con el arquero y que lo marcaría de por vida.
"Cuando yo volví de la cesión de Oviedo, yo era más tímido. Uno de los primeros días me cogió en el gimnasio de broma, pero muy serio, y me dijo '¿Tú me has dado la mano y deseado los buenos días? Pues eso se tiene que hacer siempre'. Desde ese día lo hice siempre porque se hacía respetar mucho. Es una persona que transmite mucho. Todos los consejos que me dio favorecieron la comunicación conmigo. Me ayudó mucho como jugador", detalló el zaguero.