Este 2023 el Campeonato Nacional de Primera División cumplió 90 años, tiempo en el cual Universidad de Chile ha tenido un protagonismo bastante significativo en distintas épocas.
Sin ir más lejos, entre 1959 y 1969 marcó un hito con el denominado "Ballet Azul", elenco que arrasó a nivel local y rozó la gloria en el ámbito continental, compuesto por figuras como Carlos Campos, Leonel Sánchez, Sergio Navarro, Braulio Musso, Alberto Quintano, Pedro Araya y Rubén Marcos, por mencionar algunos. Sin embargo, también lidió con una extensa sequía de 25 años sin títulos, incluido un descenso a la Primera B en 1989.
Durante su participación en la máxima categoría, los azules han lidiado con un problema constante: la falta de estadio propio. Si bien el Estadio Nacional y el Santa Laura son las opciones viables en la actualidad, este tema históricamente ha sido un dolor de cabeza, uno que aumenta con el paso de los años y la suma de promesas repetidas de la construcción de un reducto.
Gustavo Villafranca, integrante del Círculo de Historiadores e Investigadores de la Universidad de Chile y socio del ASIFUCH (Asociación de Investigadores e Investigadoras del Fútbol Chileno), dialogó con 24horas.cl y detalló dos momentos en los cuales el conjunto universitario estuvo a punto de cumplir la ilusión de tener recinto.
EL ESTADIO MECANO DE LA U
En la década del '80 la Corfuch (Corporación de Fútbol Profesional de la Universidad de Chile) invirtió poco más de 2 millones de dólares en un estadio mecano que desembarcó en Iquique.
¿Qué ocurrió? "Esa fue la gestión que hizo por entonces Ambrosio Rodríguez (N. de la R: Presidente de la Corfuch entre 1982 y 1984) y fundamentalmente no prosperó porque no estaba el terreno. Ellos pensaban que conseguir el terreno iba a ser algo mucho más factible y finalmente el terreno no estuvo a la mano. Hubo un problema con derecho de internación, por el cual salía muy caro sacar de aduana este fierro. Esto era un estadio mecano que venía desde Brasil y, por lo tanto, era rápidamente armable", dijo.
El profesional, además, reveló el otro problema que frustró el sueño de la U y el triste final de la estructura. "Por otro lado se encontraron con el derecho de desanuadaje que era muy alto, pero fundamentalmente no estaba el terreno. Entonces esa fue la razón por la cual esto terminó como fierro oxidado y se vendió como chatarra. Se remató y se vendió como chatarra. La gestión y decisión de traer ese estadio mecano fue de Ambrosio Rodriguez", puntualizó.
TERRENOS DEL PARQUE ARAUCO: CUANDO LA DICTADURA TRUNCÓ EL SUEÑO DE LA U
En la década del '70, en pleno gobierno de Salvador Allende y con el "Ballet Azul" llegando a su final, Universidad de Chile luchaba fuera de la cancha para tener estadio propio. El sector elegido para levantar el recinto era la zona de La Castrina, actual San Miguel.
¿Qué sucedió? "Universidad de Chile tenía los terrenos de La Castrina, hoy San Miguel, y a fines de los '60, existe el gran proyecto de los Juegos Panamericanos (N. de la R: Santiago iba a ser sede de los Juegos Panamericanos en 1975). Por primera vez en la historia se harán este 2023, o sea, casi 50 años después", partió Villalba.
Pese a la ilusión, la situación socio-política de Chile influyó en el trágico desenlace. "Emilio Torrealba (N. de la R: presidente del Club Deportivo) hace una permutación de los terrenos de La Castrina por los terrenos donde está emplazado el Parque Araucano (N. de la R: seis hectáreas del fundo San Luis en Las Condes), y ahí, donde está emplazado el Parque Araucano y que en el fondo está el Parque Arauco, había un gran proyecto social deportivo que estaba encabezado por el ministro de Obras Públicas de Salvador Allende, Juan José Tohá, y el mismo Salvador Allende, quien fue estudiante de la Universidad de Chile e hincha de la U. Y este proyecto incluía viviendas sociales en la Villa San Luis y, por supuesto, el proyecto del estadio en los terrenos del Parque Araucano, pero después vino el Golpe de Estado", indicó.
Una vez consumado el derrocamiento del presidente Allende y la instauración de la Junta Militar, el sueño de la U se diluyó.
"Cuando asume la Junta, una de las primeras misiones que se avoca es la reconstruccion nacional y para eso se piden muchas joyas a las familias más adineradas para rearticular el país. Económicamente, la dictadura de Augusto Pinochet desiste de hacer los Juegos Panamericanos al no tener el apoyo de la Junta. Una de las primeras cosas que hace es intervenir la casa de estudios de la Universidad de Chile, esto repercute en el Club Deportivo y, cuando se separa el fútbol del Club Deportivo a través de la Corfuch, se le entregan unos bienes muy menores a lo que es el fútbol. La Universidad, al no recibir el apoyo que recibía en el pasado, empieza a liquidar sus bienes, entre los cuales están los terrenos del Parque Araucano a precios irrisorios", sintetizó.
Al cierre de su intervención, Gustavo Villafranca reconoce que esa ocasión fue la más cercana al sueño del estadio propio. "Sin dudas es el proyecto del Parque Araucano, porque en ese momento Universidad de Chile tenía los recursos económicos producto de la venta de la última camada del 'Ballet Azul' al fútbol mexicano. Fueron muchos los futbolistas que salieron de esa generación, tenían los recursos por la venta de jugadores, tenían los terrenos del club y tenía el apoyo gubernamental. Se dieron las tres condiciones para tener un estadio: dinero, infraestructura y el apoyo de las autoridades. A mi modo de ver, ese es el momento donde se veía más concreto realizarlo", cerró.