La exchica Mekano, Rosemarie Dietz y su esposo Cristobal vivieron un altercado en Osorno. Mientras tomaban desayuno, Catalina, su hija de un año, comenzó a lanzar los alimentos al suelo. Ante su mala actitud, la madre puso los límites amenazando al bebé con un golpe. Esta forma de corrección fue escuchada por otra asistente del restaurante, quien le escribió una carta de puño y letra mostrando su descontento.
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"Comensal anónima regaña a Rosemarie Dietz por retar a hija en un hotel", dibuja el titular de la portada del medio Las Últimas Noticias. Un conflicto que tiene miradas y opiniones distintas en medio de un debate ético.
La carta que recibió Rosemarie Dietz
La misiva recibida por la pareja muestra una postura amenazante y/o de autoridad. Incluso, plantea las multas que se arriesgaría la pareja ante un episodio de maltrato.
La persona que redactó el mensaje no se dejó ver ante la pareja, pues la puso sobre la mesa cuando ninguno de los tres estaba sentado. De hecho, cuando les dejó el papel, no hubo rastro de la persona en el local.
El mensaje fue publicado por la misma exrostro televisivo a través de su cuenta de Instagram. Revísalo a continuación.
A ambos les hubiese gustado que se haya formado una conversación con la autora de la carta, pues según afirmaron, hay muchos detalles de la educación que le están entregando a su hija que no los conocía.
Los descargos de Rosemarie Dietz en el matinal
"Que me hayan dejado una nota con Cristobal diciendo que eramos casi abusadores psicológicos creo que es super penca porque uno hace lo posible y lo mejor para nuestra hija, ¿me entiendes? La gente no entiende eso".
En el espacio otorgado para sus descargos en el "Buenos Días a Todos", Dietz explicó la historia desde su punto de vista. Aprovechó además de aclarar que sus dichos no tenían mala intención, pues su forma de expresarse, según comentó, es "fuerte". Este último punto, afirmó, que su hija Catalina lo tiene claro.
"Nos sentimos como invadidos, nos pasaron a llevar, nos sentimos mal (...) De hecho, Cristobal no quiso tomar desayuno ese día porque me dijo que "se me quitaron las ganas" (...) La Catalina es super regalona de nosotros, es nuestra primera hija, la amamos. Yo creo que los papás siempre actúan con amor y con respeto, entonces que nos vengan a decir que somos abusadores psicológicos y que estamos maltratando a nuestra hija, nos dolió", explicó.
Aunque los progenitores admiten ser relajados ante los regaños a Catalina, frente a los límites, la pareja tiene un objetivo claro: entregarle una buena crianza a su hija.