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"Viajar con mi hijo se ha hecho insostenible": Padre de niño con autismo relata angustiante viaje en Metro

A través de una carta enviada a un diario, Carlos Iturra compartió lo incomodo que es para ellos viajar y lidiar con los músicos que suben a los vagones.

TVN.cl

Martes 5 de marzo de 2024

Carlos Iturra Mondaca es padre de un niño con TEA (Trastorno del Espectro Autista) y hace pocos días envió una carta a un diario nacional para denunciar su mal estar con los músicos que suben a los vagones del Metro de Santiago.

El padre del niño comienza la carta expresando lo angustiante que se torna para él y su hijo viajar en Metro: “Viajar con mi hijo en Metro se ha hecho insostenible. Mi hijo es autista, y junto con él debo sortear todos los ruidos estridentes”.

En el texto relata la experiencia vivida durante su viaje por la Línea 5, donde debieron interrumpir el trayecto, bajandose del vagón en reiteradas ocasiones debido al ruido generado por los músicos que fueron subiendo al vagón.

“Un recorrido que toma 20 minutos, finalmente lo hacemos en 50 minutos”, señaló el afectado.

Es desesperante la falta de empatía. Incluso a uno lo miran feo por bajarse y no escuchar su ‘arte’. Ojalá se pueda tomar alguna medida para que los viajes en Metro sean realmente placenteros”, agregó.

Revisa a continuación la carta completa:

Viajar con mi hijo en Metro se ha hecho insostenible. Mi hijo es autista, y junto con él debo sortear todos los ruidos estridentes.

Vamos a la estación Bellas Artes desde Vicente Valdés. Se sube un cantante de rap con música pregrabada que suena fuerte, monótona y molesta, y canta improvisando sobre lo que ve… nos bajamos en estación Pedreros.

Esperamos el siguiente, esta vez un reguetonero pone su parlante a volumen ensordecedor, mientras comienza con letras que prefiero no citar… nos bajamos de nuevo, en Rodrigo de Araya

Esperamos el siguiente. Esta vez sube una banda, con guitarras, batería y todo. Esta vez la “música” no es pregrabada, sino que directa desde los instrumentos, que da volumen para perder la audición o quedar con un pitido por un rato… nos bajamos en Parque Bustamante.

Esperamos el siguiente, y logramos llegar a la estación Bellas Artes. Un recorrido que toma 20 minutos, finalmente lo hacemos en 50 minutos.

Es desesperante la falta de empatía. Incluso a uno lo miran feo por bajarse y no escuchar su “arte”. Ojalá se pueda tomar alguna medida para que los viajes en Metro sean realmente placenteros.