Este miércoles 19 de abril, la actriz nacional Katty Kowaleczko fue la gran invitada en el nuevo capítulo de "Buenas Noches a Todos", un espacio de conversación conducido por Eduardo Fuentes. Allí, destacada intérprete habló sobre la etapa más complicada de su vida. 

Su primer matrimonio fue a los 17 años, una relación que sólo duró 6 meses pero que estuvo cargada de violencia intrafamiliar. "Empecé un infierno que por suerte duró muy poco", confesó Katty Kowaleczko durante la entrevista.

Un proyecto de vida 

Cuando conoció a su primer esposo, recordó que ambos salieron de Santiago con un proyecto de vida: formar un hogar y una familia. Sin embargo, durante meses sufrió maltratos de todo tipo y, en consecuencia, empezó a sentirse sola. "La pasé muy mal, fui muy golpeada", contó Katty con pesar. 

"No salí indemne de una experiencia de vida así, tuve que hacerme terapia" 

Cuando por fin se atrevió a cortar la relación, regresó a Santiago con mucho miedo. Lo primero que hizo fue buscar a su mamá para contarle todo, pero sus problemas no acabaron ahí. 

Un arma en el bolsillo 

Luego de que su mamá llamara a un terapeuta para buscar la manera de ayudar a su hija,  volvieron a casa. Para su sorpresa, su exmarido estaba ahí, contándole otra versión de los hechos al padre de Katty. "Le dijo que yo era una zorra, que estaba llena de amantes, una suelta de aquí para allá". 

En ese momento la actriz le contó a su papá la verdadera historia, la de un matrimonio lleno de golpes y patadas. "Cuando terminé, mi papá se levanta y vuelve a la habitación con un arma en la mano, una calibre 22 y le dice 'no te quiero ver más cerca de mi hija, porque juro que te mato", relató. 

Para ella, fue una época de mucho dolor, frustración y soledad. Pese a que su exmarido huyó, el padre de Katty estuvo meses con el arma en el bolsillo. 

Campaña sobre violencia intrafamiliar 

"La rehabilitación fue un proceso complejo, porque me daba vergüenza decir que me golpeaban", enfatiza. No obstante, años después la contactaron para ser parte de una campaña internacional sobre violencia intrafamiliar, para compartir su testimonio y acompañar a mujeres que vivieron la misma experiencia que ella. 

"Hay todo un trabajo que uno no se da cuenta: yo sentía que todo lo que me estaba pasando me lo merecía y lo único que quería era morirme"

Sin duda, el apoyo de sus padres y la contención profesional que recibió después de seis meses de violencia fueron clave para abrir esa parte de su vida y obtener la liberación que necesitaba.