“Camino a la final” ha mostrado la historia de distintos participantes de “Mi Nombre Es” a pocas semanas de definir quién será el mejor tributo del país. Esta vez, fue el turno de Vicente Lillo, quien interpreta a Vicente Fernández.
Vicente Lillo, proveniente de Purranque, específicamente del pueblo de Corte Alto, su amor por la música mexicana nació gracias a su bisabuelo, quien tocaba la guitarra mientras cantaba. Su primera presentación fue a los 3 o 4 años en un evento del Día de la Madre en su colegio, donde interpretó ‘Ni por mil puñados de oro’ de Antonio Aguilar, usando un traje que su mamá le había arreglado. "Fue una de las experiencias más grandes para mí, porque uno es chiquitito y es un escenario súper grande".
Para participar en Mi Nombre Es, se ha hospedado con la familia Lagos en las afueras de Santiago, lo que le ha permitido compatibilizar su estadía para los ensayos, programa y los eventos. Su camino en el tributo a Vicente Fernández comenzó por una amiga de su mamá, quien le sugirió postularse al casting de TVN. Hasta ese momento, él no se consideraba un imitador, pero todo cambió cuando fue seleccionado para audicionar. "Yo no lo creía, fue muy emocionante".
Vicente se siente identificado con el icónico cantante no solo en su voz, sino también en su personalidad. "Hacemos bromas, caminamos parecido y hasta somos igual de coquetos", bromea. Durante su participación en el programa, ha recibido elogios por su gran interpretación, entre ellos, la de Andrés de León, quien lo llamó "el pequeño gigante de la ranchera mexicana" tras escucharlo en una de las clases.
Uno de los momentos más emocionantes para él en el programa fue cuando ganó inmunidad gracias al voto del público, lo que le permitió abrir un capítulo acompañado de un mariachi. Ahora, con la mirada puesta en el futuro, Vicente quiere construir su propio camino en la música. "No tan solo siendo la voz gemela de Vicente Fernández, sino también salir a cantar con mi propio estilo ‘El Charro Dorado’ que estamos haciendo serenatas a caballo".