La médium Vanessa Daroch, ingresó en la llamada casa embrujada de Puerto Montt y confesó que al estar ahí sintió deseos de arrancar: "Era irrespirable, había una energía que nos cargaba, que parece que nos aplastaran de los pies a la cabeza".
Pese a que trabaja con estos sucesos, Vanessa sintió que no se podía respirar en la casa, pero una vez que estableció comunicación todo cambió para ella: "Yo venía con la idea de que iba a entrar en la casa y me iba a saltar un basurero en la cabeza y no fue así, fue pasivo pero sorprendente. No nos quisieron dañar pero nos dejaron helados".