El artista urbano conversó sobre la complicada niñez que vivió en su hogar de Punta Arenas debido a la droga y la adicción de su hermano.
Uno de los momentos más emotivos que abordó "Urbanos, del barrio al éxito" fue la dura y vulnerable niñez que vivió Pailita en su hogar de Punta Arenas en medio de los conflictos entre pandillas y drogas.
"Fue una infancia muy triste. Nunca fuimos felices como familia, no te voy a mentir", fueron las primeras palabras del artista urbano a María Luisa Godoy.
"Yo como niño fui muy feliz haciendo cosas como jugando a la pelota pero en el entorno de familia siempre tuvimos problemas, por mi hermano, con el tema de drogas que eso trae complicaciones como las peleas con los hermanos", agregó.
Y reveló que en su último viaje a Punta Arenas regresó a su hogar enfrentando un tenso momento por todos los recuerdos que tiene ese lugar.
"Llegué y fue una locura. Lloré y no paraba de llorar. Me acordé de todo", expresó el artista urbano sobre los episodios de adicción de su hermano. "Para un niño ver todo eso es súper complicado. Cuando niño lloré mucho, a veces ni dormía, ni comía...llegaba del colegio llorando. Me acostaba temprano y a las cuatro de la mañana habían problemas en la casa y uno ahí, como niño sin poder hacer nada", confesó el cantante.
Ante esta situación, Pailita reconoció estos hechos lo llevaron a tomar su propio camino. "Me tocó madurar antes de mi edad". expresó. "Creo que por eso soy tan enfocado y disciplinado porque me tocó ser el pilar de la familia", concluyó.