Bernardo es un hombre guapísimo, publicista, trabaja para su hermano en la empresa de la familia. Pero todo lo que aparenta ser es una fachada, porque la realidad es que no le gustan las mujeres; pero rechaza su condición de homosexual, no se siente cómodo en el ambiente gay, además siente que su mundo y el prestigio de su familia se irían al piso.
Es más bien un solitario bastante altruista. Intenta no involucrarse en los conflictos de sus hermanos y si le es posible, mediar. Sebastián y Marcela son quienes lo apoyan en el destape de su verdadera sexualidad, aunque le cuesta mucho asumirlo y enfrentarlo con su familia.
Más adelante conoce a un hombre responsable, correcto, maravilloso, del que se va a enamorar y tendrá que decidir si sigue tapando su verdadera sexualidad o se la 'juega' en busca de su propia felicidad.