Su presentación estuvo llena de romanticismo y se llevó el cariño de todo el público, los mismos que se encargaron de hacerlo sentir como en casa. Hablamos de Alejandro Fernández, el artista mexicano que abrió la tercera noche en el Festival de Viña del Mar.
Con su traje típico de mariachi y su particular voz, el "Potrillo" dio un show para los asistentes y televidentes, donde tuvo a oportunidad de acercarse al público y compartir una fotografía o un saludo.
Una instancia en la que interpretó grandes éxitos como "Me dediqué a perderte", "Hoy tengo ganas de ti" y "Caballero". Pero eso no fue todo, pues el artista también se dio un tiempo para honrar a su padre, Vicente Fernández.
Cantando "El Rey" y mirando al cielo, dedicó cada segundo del popular tema musical en memoria del "Chente".
El espectáculo fue aplaudido por toda la Quinta, quienes en agradecimiento, le entregaron las gaviotas de oro y plata, además de un dibujo de su padre.