El caso de tres hermanos que contrataron a un sicario para matar a su padre por 3 millones de pesos causó un gran impacto en Concepción el pasado 19 de julio.
La víctima, Mauricio Guzmán, sobrevivió de milagro de recibir un disparo en la cabeza y sus tres hijos, Mauricio (25), Maximiliano (21) y Luciano (18), fueron formalizados por parricidio frustrado con prisión preventiva, mientras que el sicario fue imputado por el delito de homicidio frustrado.
Si bien la Fiscalía aún investiga los motivos, se cree que hubo un presunto interés económico para cometer el delito, ya que su padre, quien es un comerciante en Concepción, "no los dejaba trabajar en los locales y no les daba dinero", dijo el fiscal Matías Arellano en la audiencia.
"Mejor me hubiera muerto"
En conversación con CHV, un amigo de Mauricio llamado César dio a conocer la reacción que tuvo el comerciante al saber las intenciones de sus hijos.
"Lo fui a ver a su departamento cuando le dieron el alta. Cuando uno va a ver a alguien, le da ánimos, pero como ya le habían contado, él me dice 'mejor me hubiera muerto para no haber sabido' lo que le había pasado", confesó.
"Para él, peor que lo que le hicieron, fue haber sabido quiénes atentaron contra su vida", aseguró César.
"Aparte de postrado, está con un estado depresivo. Está en estado delicado. Lo único bueno es que se le ha atendido bien, se le han hecho tres intervenciones, pero hasta ahora la situación es delicada", concluyó.